El mundo del queso es un universo lleno de texturas, aromas y sabores. Aunque la mayoría de nosotros está familiarizado con opciones clásicas como el queso cheddar, brie o mozzarella, hay una categoría de quesos que desafía lo convencional y está diseñada para los más intrépidos amantes de la gastronomía. Estos quesos exóticos ofrecen experiencias únicas y, en ocasiones, desafíos para el paladar.
Si eres de los que buscan ir más allá de lo conocido y explorar sabores auténticos, atrevidos y hasta extravagantes, acompáñanos en este recorrido por algunos de los quesos más sorprendentes del mundo.
1. Casu Marzu: el queso «viviente» de Cerdeña
Comencemos con uno de los quesos más polémicos y famosos del planeta. El Casu Marzu, originario de la isla de Cerdeña, Italia, es conocido como el «queso podrido». Lo que lo hace verdaderamente único es que está infestado con larvas vivas de mosca que ayudan a descomponer el queso, dándole una textura cremosa y un sabor fuerte y picante.
Este queso, considerado una delicadeza local, ha sido objeto de controversia debido a las regulaciones de seguridad alimentaria, pero sigue siendo muy buscado por los amantes de la cultura sarda. Eso sí, comerlo requiere valentía, pues las larvas pueden moverse incluso mientras disfrutas de tu bocado.
2. Queso Pule: el lujo en forma de queso
El queso Pule es tan exclusivo que su precio supera los 1,000 dólares por kilo, lo que lo convierte en el queso más caro del mundo. Originario de Serbia, se elabora con leche de burra de los Balcanes, una especie en peligro de extinción.
Se necesitan más de 25 litros de leche para producir un solo kilo de este queso, que tiene una textura suave y un sabor delicado pero distintivo. Su rareza y su complejidad en la producción hacen que sea un auténtico tesoro gastronómico.
3. Milbenkäse: el queso de los ácaros
Alemania nos sorprende con el Milbenkäse, un queso madurado con la ayuda de ácaros. Originario de la región de Sajonia-Anhalt, este queso se deja fermentar durante meses mientras los ácaros trabajan en su superficie, aportando un sabor a nuez y una textura crujiente única.
Aunque puede parecer poco apetecible, los lugareños lo consideran una joya culinaria, y su consumo se ha mantenido como una tradición desde hace siglos. Es ideal para los aventureros del paladar que buscan algo verdaderamente fuera de lo común.
4. Epoisses: el queso prohibido en el transporte público
El Epoisses de Borgoña, Francia, es famoso no solo por su sabor rico y cremoso, sino también por su olor penetrante. De hecho, su aroma es tan intenso que está prohibido transportarlo en trenes y autobuses públicos en algunas partes de Francia.
Este queso de leche de vaca se lava regularmente con brandy durante su maduración, lo que le da un carácter robusto y una corteza pegajosa. Es una experiencia sensorial completa, perfecta para los amantes de los quesos fuertes y aromáticos.
5. Queso Cabrales: un clásico español con potencia
España no se queda atrás en quesos sorprendentes. El Cabrales, originario de Asturias, es un queso azul elaborado con leche de vaca, oveja o cabra, o una combinación de ellas. Su maduración tiene lugar en cuevas naturales, donde desarrolla un sabor intenso, picante y salino.
La humedad y el ambiente único de las cuevas contribuyen a la proliferación de mohos que le dan su distintiva coloración azul verdosa. Para los aficionados a los quesos azules, el Cabrales es un verdadero deleite, pero para los no iniciados, puede ser un desafío por su potencia.
6. Vieux Boulogne: el campeón del olor
Reconocido por estudios científicos como el queso más apestoso del mundo, el Vieux Boulogne es un queso francés de leche de vaca que no pasa desapercibido. Su aroma proviene del lavado de la corteza con cerveza durante la maduración, creando una combinación olfativa explosiva que puede desanimar incluso a los más valientes.
Sin embargo, su sabor es sorprendentemente suave y equilibrado, con notas terrosas y una cremosidad que compensa su reputación olfativa.
7. Queso Yak: el tesoro del Himalaya
Desde las alturas del Himalaya llega el queso de leche de yak, un producto tradicional de Nepal, Bután y Tíbet. Este queso, conocido como Chhurpi, puede ser suave o extremadamente duro, dependiendo de su maduración.
El Chhurpi duro, en particular, es más parecido a un caramelo que a un queso. Los locales lo mastican durante horas, disfrutando lentamente de su sabor ahumado y ligeramente ácido. Es un ejemplo perfecto de cómo el entorno y las tradiciones moldean los sabores únicos.
8. Halloumi: el queso que no se derrite
Aunque no es tan extremo como otros de esta lista, el Halloumi merece una mención especial por su singular textura. Originario de Chipre, este queso de leche de cabra y oveja (a veces con leche de vaca) tiene la peculiaridad de no derretirse al ser cocinado.
Es perfecto para asar o freír, y su sabor salado y textura firme lo convierten en un favorito para platos veraniegos. Su versatilidad y resistencia al calor lo hacen un imprescindible para quienes buscan algo diferente pero accesible.
9. Caciocavallo Podolico: el «queso de caballos»
Pese a su nombre, el Caciocavallo no se elabora con leche de caballo, sino de vacas de raza Podolica en el sur de Italia. Este queso tiene una forma característica de lágrima y se madura colgado en cuerdas, lo que le da su nombre, que significa «queso a caballo».
Tiene un sabor profundo y complejo, con notas de hierbas, nueces y un toque picante, debido a la dieta única de las vacas que pastan libremente. Es un manjar para quienes aprecian los sabores tradicionales y sofisticados.
10. Queso Cotija: el orgullo mexicano
Para cerrar este recorrido, no podíamos dejar fuera al Cotija, un queso mexicano que destaca por su textura granulada y sabor salado. Apodado «el parmesano de México», se utiliza frecuentemente para espolvorear sobre platos como tacos, enchiladas o elotes.
Aunque el Cotija no es tan exótico como otros quesos de esta lista, su versatilidad y sabor audaz lo hacen un imprescindible en la cocina mexicana y un favorito para quienes buscan nuevos sabores.
El mundo del queso es tan vasto como las culturas que lo producen. Desde opciones que desafían nuestras nociones de lo aceptable hasta delicadezas que evocan paisajes y tradiciones lejanas, estos quesos exóticos son una invitación a salir de nuestra zona de confort culinaria.
¿Te atreves a probar alguno de ellos? Prepárate para una experiencia que no solo despertará tus sentidos, sino que también te conectará con historias y costumbres de todo el mundo. Porque más allá de lo común, está el sabor de la aventura.