Tratados comerciales y denominaciones de origen DEL QUESO

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Hablar de queso es hablar de cultura, tradición y sabor, pero también de política y economía. Detrás de cada pieza de parmesano, manchego o roquefort, no solo hay manos artesanas que trabajan con pasión, sino también tratados internacionales, acuerdos comerciales y largas discusiones sobre denominaciones de origen. El queso, ese alimento aparentemente sencillo, se ha convertido en un protagonista silencioso de la diplomacia mundial.

En este artículo exploraremos cómo el queso ha pasado de ser un producto local a un actor clave en la globalización, las disputas comerciales que ha generado y la importancia de proteger su identidad a través de las denominaciones de origen.


Queso y globalización: un viaje sin fronteras

El queso se produce y consume en todos los continentes. Desde los mercados callejeros de México hasta los elegantes escaparates de París, este alimento ha sabido conquistar paladares y cruzar fronteras. Con la globalización, la demanda de quesos internacionales creció de manera exponencial. Hoy es común encontrar un brie francés en un supermercado de Chile o un cheddar inglés en cualquier ciudad de Asia.

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Sin embargo, esta expansión también trajo consigo un problema: la homogeneización y la imitación. Muchas marcas comenzaron a producir versiones industriales de quesos tradicionales sin respetar las técnicas originales ni la calidad de los ingredientes. Este escenario despertó una necesidad urgente de protección legal.


El valor de las denominaciones de origen

Las denominaciones de origen (D.O.) nacen precisamente para salvaguardar la autenticidad de productos ligados a una región específica. En el caso de los quesos, la D.O. garantiza que el producto ha sido elaborado en un área geográfica concreta, siguiendo procesos tradicionales y con ingredientes locales.

Ejemplos emblemáticos son:

  • Queso Manchego (España): elaborado en La Mancha con leche de oveja manchega.

  • Roquefort (Francia): producido en cuevas naturales de Roquefort-sur-Soulzon.

  • Parmigiano Reggiano (Italia): conocido como el “rey de los quesos”, solo puede fabricarse en ciertas provincias del norte de Italia.

Estas denominaciones no solo protegen al consumidor, sino también al productor local, quien puede defender su producto frente a imitaciones de menor calidad que inundan el mercado.


Cuando el queso entra en la mesa de negociaciones

Puede sonar curioso, pero los quesos han sido motivo de tensiones en tratados comerciales. Uno de los casos más sonados ocurrió durante las negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos. La UE defendía con firmeza la exclusividad de sus quesos con denominación de origen, mientras que EE. UU. argumentaba que términos como “feta” o “parmesan” ya se habían convertido en genéricos dentro de su mercado.

Este debate no es menor: aceptar o no las denominaciones de origen impacta directamente en miles de productores y en millones de euros en exportaciones. La llamada “guerra del queso” muestra cómo un alimento puede convertirse en pieza clave de la diplomacia internacional.


Diplomacia gastronómica: más que comercio

El queso también se ha utilizado como herramienta de diplomacia cultural. Muchos países han promovido ferias internacionales, degustaciones y festivales para dar a conocer sus quesos emblemáticos. Francia, por ejemplo, organiza eventos donde el queso se convierte en embajador de su cultura culinaria. Italia hace lo propio con su Parmigiano Reggiano, y España con el Manchego, símbolo de identidad manchega.

Estos intercambios fortalecen relaciones bilaterales y generan vínculos más allá de lo económico. Al final, degustar un queso es también compartir historia, paisaje y tradición.


Retos actuales: sostenibilidad y nuevos consumidores

La diplomacia del queso no solo enfrenta disputas por nombres y mercados. Hoy también se ve desafiada por tendencias globales como el veganismo, la sostenibilidad y las demandas de un consumidor más consciente.

La producción de quesos veganos, por ejemplo, plantea nuevos debates legales: ¿puede llamarse “queso” a un producto sin leche? Algunos países han prohibido este uso del término, mientras que otros lo permiten bajo ciertas condiciones. Esta discusión recuerda a las que ya existen con el vino y las bebidas vegetales.

Además, la sostenibilidad juega un papel creciente. Las cadenas de producción de queso deben adaptarse a nuevas exigencias de trazabilidad, reducción de huella de carbono y bienestar animal, lo cual también se discute en tratados internacionales.


El queso como identidad

Más allá de los aspectos técnicos y legales, lo cierto es que el queso es una bandera cultural. Hablar de Manchego es hablar de Castilla-La Mancha; hablar de Roquefort es evocar las montañas francesas; y hablar de Oaxaca nos traslada a México y su gastronomía popular.

Las denominaciones de origen, en este sentido, son una forma de proteger no solo un producto, sino también la identidad de un pueblo. Cada queso cuenta una historia, y cada tratado que lo respalda es una forma de preservar esa memoria colectiva.

Principales denominaciones de origen de quesos en el mundo

Las denominaciones de origen no son pocas. Actualmente, la Unión Europea protege a través del sello DOP (Denominación de Origen Protegida) y IGP (Indicación Geográfica Protegida) a más de 250 quesos. Estos sellos garantizan que el producto procede de una región específica y que su proceso de elaboración respeta métodos tradicionales. A continuación, algunos de los más famosos:

En Europa

  • Roquefort (Francia): elaborado con leche de oveja en cuevas naturales de Roquefort-sur-Soulzon.

  • Comté (Francia): uno de los quesos más antiguos, producido en la región de Jura.

  • Brie de Meaux (Francia): famoso queso blando con corteza blanca.

  • Parmigiano Reggiano (Italia): conocido como el “rey de los quesos”, exclusivo de Parma, Reggio Emilia, Módena y Bolonia.

  • Grana Padano (Italia): similar al parmesano, pero con un origen geográfico más amplio.

  • Mozzarella di Bufala Campana (Italia): elaborada con leche de búfala en Campania.

  • Manchego (España): producido en Castilla-La Mancha con leche de oveja manchega.

  • Cabrales (España): queso azul asturiano madurado en cuevas naturales.

  • Idiazábal (España): elaborado en el País Vasco y Navarra con leche de oveja latxa o carranzana.

  • Queijo da Serra (Portugal): tradicional de la Serra da Estrela, con leche de oveja bordaleira.

  • Feta (Grecia): queso blanco en salmuera, producido con leche de oveja y cabra en Grecia continental.

En América

Aunque la mayoría de denominaciones provienen de Europa, América también protege algunos de sus quesos:

  • Queso Cotija (México): conocido como el “parmesano mexicano”, elaborado en Michoacán y Jalisco.

  • Queso de Oaxaca (México): famoso por su textura fibrosa, símbolo de la gastronomía mexicana.

En otros lugares del mundo

  • Halloumi (Chipre): queso semiduro, a menudo asado o frito, protegido por la UE.


👉 Esta lista no es exhaustiva, pero muestra cómo el queso está íntimamente ligado a la geografía y la tradición. Cada una de estas denominaciones es también un recurso diplomático y económico para los países productores.

Y… ¿el queso chanco de Chile?

Aunque aún no cuenta con una denominación de origen oficial, el queso chanco es una joya de la tradición chilena. Originario de la zona centro-sur del país, especialmente la comuna de Chanco (Región del Maule), se caracteriza por ser un queso semiblanda, de cuerpo cremoso, con abundantes ojos irregulares y una corteza delgada y seca WikipediaWikipedia.

Se sabe que su producción se remonta a los siglos XVIII y XIX, cuando se consideraba uno de los mejores quesos de Chile, elaborado principalmente con leche de oveja y vaca en áreas comprendidas entre los ríos Maule e Itata revistaschilenas.uchile.clRedalyc.org. A pesar de su valor cultural, el queso chanco ha perdido su receta original y hoy gran parte de su producción es industrial Universidad de Santiago de Chile. Actualmente, un proyecto de recuperación está trabajando en rescatar la fórmula tradicional y gestionar una posible denominación de origen para el queso chanco Universidad de Santiago de Chile.

 

Conclusión: un futuro con sabor a queso

La diplomacia del queso es la muestra perfecta de cómo lo cotidiano puede adquirir una dimensión global. Lo que para muchos es un simple alimento, para otros representa patrimonio, economía y orgullo nacional. Las denominaciones de origen seguirán siendo un campo de batalla y, al mismo tiempo, un puente de entendimiento entre naciones.

En un mundo interconectado, donde la autenticidad se valora más que nunca, los quesos con historia tienen un lugar privilegiado en la mesa global. Así, cada vez que cortamos una porción de Parmigiano, Manchego o Roquefort, no solo disfrutamos de un sabor único, sino también de siglos de tradición y diplomacia que lo hicieron posible.


📌 Palabras finales:
El queso, lejos de ser un simple acompañamiento, es un verdadero protagonista en la escena internacional. Entre tratados comerciales, ferias culturales y debates legales, demuestra que la gastronomía no es solo placer, sino también política, identidad y diplomacia.


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tablas de quesos